Ambiente de trabajo
En el 2005, el programa etíope se enfocó en cuatro grupos beneficiarios refugiados: refugiados somalíes en el este, sudaneses en el oeste, eritreos en el norte y una pequeña población urbana de 13 nacionalidades diferentes que viven principalmente en Adís Abeba.
La tensión sobre la disputada frontera entre Etiopía y Eritrea permaneció elevada incluso cuando algunas tropas etíopes se retiraron. En septiembre de 2005, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas demandó que Etiopía permitiera a una comisión de fronteras el empezar la demarcación de la disputada frontera, y en noviembre urgió a Eritrea a levantar las restricciones en el uso de los helicópteros y vehículos de las fuerzas de paz (cascos azules) y demandó que ambos países redujeran sus tropas a los niveles de diciembre de 2004.
Al menos un millón de personas en el sudeste de Etiopía se vieron afectadas por una prolongada sequía que causó hambre y originó conflictos sobre el escaso agua y la tierra de pasto. Hubo informes no confirmados de niños muriendo de hambre. La situación de seguridad de la comida en el Estado Regional somalí también empeoró.
En el 2005, a pesar de la repatriación de más de 5.800 refugiados del campamento de Aisha y el reasentamiento de más de 1.200, el número total de refugiados en Etiopía aumentó ligeramente. Esto se explica por el registro de 5.500 refugiados adicionales durante un ejercicio de reevaluación entre los refugiados somalíes, y a un número de nuevas llegadas (aproximadamente 3.200, incluyendo casi 3.000 de Eritrea sola). Los refugiados en los siete campamentos no recibieron suficiente suministro de agua y productos no alimenticios.
Retrasos en la entrega de raciones de comida en los campamentos de Bonga y Fugnido y una reducción en las raciones del campamento de Bonga en la primera mitad del año fueron problemas mayores que afectaron seriamente el estado nutricional de los refugiados. Aunque hubo una mejora notable en la seguridad de la nación en el Estado Nacional Regional de Gambella, el acceso a los campamentos de Dimma y Fugnido continuaron estando restringidos a lunes y viernes, con una escolta militar obligatoria. En el campamento de Shimelba, la llegada de aproximadamente 2.900 nuevos refugiados eritreos causó superpoblación, puesto que la capacidad del campamento (10.000) fue superada. Un segundo campamento fue abierto en el 2006, pero la identificación de un lugar fue obstaculizada por la escasez de terreno apropiado.
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Más información de Etiopía por ACNUR [en inglés]